Un pétalo herido se mece en la brisa
de algún incierto sin nombre.
Acuna en silencio al suspiro que esconde.
Anhela la luna aquella
que brilla sin horizonte.
Espera sin la búsqueda,
sin certezas ni promesas,
al beso que quebrante el tallo,
la razón y la pena.
A los ojos que se pierdan en sin sentidos
y sintiéndolo todo no estén vacíos.
A las palabras que callan y no hieren.
Al alma libre de motivos.
Un pétalo herido se mece en la brisa
y descansa en los versos
Laura Caffieri