Y de repente se acabó tu historia.
De la nada me abrazo esta tristeza mía,
sin entender realmente el porqué
solo debí yo resignarme
a que no estuvieras ahí
en este lado de mi vida...
Abrazarme a tu recuerdo
amarte así en el silencio
no olvidar de cuanto, cuanto me querías...
Tratar de sostener la nada
embriagarme en las noches estrelladas
sentir tu aroma aun en mis camisas,
y enredarme al fin en esos miedos
que tantas veces me invadieron
cuando la lluvia era lenta y a la vez infinita.
A tientas me quedo inmerso
en mi mundo que se hizo tan oscuro
con lágrimas pendiendo de mis pupilas,
dibujando el dolor de mi alma
dándome esas silenciosas puñaladas
que me laceran y lastiman...
Alguien se llevó a mi rosa
la flor más única y más hermosa
y yo aquí contando las frias espinas.
La nostalgia abriendo mis carnes
dividiendo la mitad de mi propio ser
y mi vida que paso a ser distinta...
Ya no puedes hablarme
ya no puedes besarme
¡Pero sé que sigues siendo mía!
Yo sé que el aire que respiro
decididamente no es el mismo
como esta historia que ha dejado de ser mía
desde el mismo y preciso instante
que no estás aquí en este lado de mi vida...