Una rosa, el clavel que me inspira
en esos días de campo, cuando
tomo un descanso la fruta tomada
del árbol y lo bonito también,
el marisco que llevo y disfrutamos
en familia, que bonito es la suave
brisa y un amanecer con sabor a leña,
un guisado, plátano, queso, carne
aumada, de la misma cocina, el sonido
de los pájaros el riachuelo donde
se puede pescar un pescado o
camarón, que bonito es tener
un descanso y de lo feliz que somos,
lo que tienen ese plevilegio de vivir
en el campo.1