Hoy mi pluma exige ser la vos de aquellas
Que jamás tuvieron quien las represente
Aquellas mujeres que les llaman Putas,
Hoy mi pluma exige, sin manchas inútiles de la
Hipocresía decir todo aquello que mi vos no dijo,
Siempre me pregunto quienes son las víctimas
Y quien los villanos de nuestras sociedades
Es victimaria acaso aquella mujer
Que se cansó de implorar ayuda a los mandatarios?,
Y sin más remedio se ven obligadas a vender su cuerpo
Para ser sustento de sus criaturas
Es victima acaso aquel que compra su sexo
Como sustituto del vacío de su alma?
Cuanta hipocresía reina en este mundo
Todo en las vitrinas se pone a la venta
Se venden los sueños, se ofrecen quimeras, se alquilan ideas,
Se vende la fé y cuando aquellas mujeres venden su cuerpo
Por tan solo un pan, vemos inmundicia.
Al ver todo aquello muere la poca esperanza que le queda al mundo
Somos comerciantes del dolor ajeno
Nos bebemos lágrimas de aquellas mujeres
A las que juzgamos sin antecedentes
Si no conocemos cual es la causante de vender su cuerpo
Cuales son sus sueños cuales sus deseos
Que nos da el derecho de ser implacables
Si no aportamos ni con el intento
De cambiar el mundo
Solo condenamos los sueños trizados,
Y la herida abierta que llevan por siempre, tatuada en el alma
Aquellas mujeres a las que se les llama putas
Jamás conocieron libertad alguna
Aun que caminen por todas las calles
Cubiertas por el obscuro manto de la noche
Llevan solamente sombras y penurias
En su alma casi moribunda
Y un dolor profundo que escribe su mirada
Hoy mi pluma sangra
Ante mi impotencia de ver esta realidad