Todavía puedo sentir el sabor dulce de tu boca después de haberla besado tanto, arrastro el tacto de tus manos y tus brazos cuando me rodearon al dormir.
El latido de tu corazón hablando con mi espalda, la magia que dejó tu piel sobre mí. Lo disfruté tanto y pareció tan real que incrédula no me di cuenta de que con el último beso me iba a despertar en la vida real.