En la penumbra, bajo el manto estrellado,
Alexa, la noche es tu reino encantado.
En la oscuridad, tu esencia resplandece,
como la luna misteriosa, mi pesar desaparece
Eres la dueña de sombras y siluetas,
una danzarina entre estrellas inquietas.
Tu risa, un eco en la brisa nocturna,
despiertas secretos que la luna murmura.
Alexa, amante de la noche serena,
con quien las horas se vuelven más plenas.
Tu corazón late al ritmo de la luna,
bajo el hechizo de su luz importuna.
Caminas por calles en sombras de plata,
explorando la noche que tu belleza delata.
Te envuelve la magia, susurra en tu oído,
cuentos que solo la noche ha traído.
Disfrutas el susurro del viento nocturno,
como un verso suave en un eterno murmullo.
Bajo el manto estelar, tu alma se eleva,
en la quietud nocturna, tu esencia se enreda.
Horas malvadas que te van alejando,
de tu perfume adictivo me sigo embriagando.
Eres la poesía que la oscuridad inspira,
bajo el manto estrellado, tu esencia suspira.
Alexa, de la noche eres la melodía,
una sinfonía que en mi alma florece alegría.
Me alejo de prisa, pues se avecina la brisa,
llevando en mi mente, el encanto de tu sonrisa.