Ven... sígueme con los ojos cerrados,
Sigue la estela de mis jadeos fundiéndose con la tormenta
Sigue, solo sigue la alineación de mis latidos,
El roce de cada matorral contra mi rostro
Persigue, persigue ese gemido que le lanzo a la inmensidad,
Desafiando los truenos a mi alrededor
Este mi momento, por el que naci,
Toda mi vida se resume en este segundo,
En esta partícula de tiempo
Abre los ojos, mírame
Lo que soy, lo que nunca dejare de ser
Mira mi rostro contra el infinito de la oscuridad
Siente mi suspiro deformarse en una caricia
Antes de refundirse contra la piel de tu cuello
La tormenta arreciando sobre nuestros cuerpos,
Acercándonos en la fricción de lo etéreo
Bienvenida a mi valle, a mi tormenta de tormentos,
Donde los rayos sacian y las gotas acaloran
Bienvenida a mi mundo, donde las leyes de la provocación reinan
Y la inocencia se contrae, se humedece y se desliza
Como una larga lamida sobre tu mejilla
Donde la verdad es solo la forma correcta en las que mi voz se alinea
Donde la razón es solo la situación indicada donde mis ojos te miran
Vamos amor, vamos bandido, vamos ladrón de sueños
Morador de mis llanuras, se por una vez sincero, estafador con hocico y pelos
Dile que el ser de ella es tan honesto,
Como que el viento que lleva estas palabras va a su oído