Guardo el sentimiento de nostalgia.
Vivo pensando que algún día saldrás de nuevo a saludarme como de costumbre lo hacías, pero solo me miento, sé que no volverán aquellos días.
Ya no estás, en silencio callo el dolor, nadie sabe del vacío que dejo tu partida, querida amiga.
Hace poco más de un año de tu partida y los días han ido lentos, pero también rápidos.
Suelo caminar por tu casa y en mí una lluvia de recuerdos cae cuando veo tu silla vacía, a nadie le he contado de lo mucho que me faltas, mi dolor como cordero lo callo.
Alzo mi vista al cielo pidiéndole al Divino Ser que algún día en la otra vida de nuevo te pueda ver.