Te soñé bonita y delicada
como flor silvestre y olorosa,
como lluvia suave y deliciosa,
como el agua fresca en la cascada.
Te soñé del hampa liberada
como brisa suave y bondadosa,
con aroma rico de una rosa,
como luz de luna en la explanada.
Te soñé tranquila y solidaria
como nuez forjando mucha paz;
te soné librada del disfraz
y de la malsana idea paria;
pero el sueño se apagó fugaz,
como tenue luz de luminaria.