FRANCISCO CARRILLO

CAMINÉ.

Empecé a andar un día

por simple curiosidad,

no tuve prisa en llegar

no sabia donde iba,

solo me apetecía

caminar, y nada mas.

 

Caminé día tras día

de un lugar, a otro lugar,

solamente mi mochila

era quien me seguía,

y caminé sin parar.

 

Me di cuenta enseguida

que si a un sitio me acercaba,

pronto de mi se alejaba

porque no me detenía,

solamente andar, y andaba.

 

Es verdad que no he sabido

realmente explicar,

porque ande tantos caminos

tanto ande, que mi destino

nunca he podido encontrar.

 

Pero ande, sin descansar

sin pensar lo que quería,

quizás es esta vida

no dejar de caminar,

quizás no importe el lugar.

 

Quizás no importe la prisa

caminé toda mi vida,

no he parado a descansar

siempre llego a un lugar,

y el camino, no termina.