Empecé a andar un día
por simple curiosidad,
no tuve prisa en llegar
no sabia donde iba,
solo me apetecía
caminar, y nada mas.
Caminé día tras día
de un lugar, a otro lugar,
solamente mi mochila
era quien me seguía,
y caminé sin parar.
Me di cuenta enseguida
que si a un sitio me acercaba,
pronto de mi se alejaba
porque no me detenía,
solamente andar, y andaba.
Es verdad que no he sabido
realmente explicar,
porque ande tantos caminos
tanto ande, que mi destino
nunca he podido encontrar.
Pero ande, sin descansar
sin pensar lo que quería,
quizás es esta vida
no dejar de caminar,
quizás no importe el lugar.
Quizás no importe la prisa
caminé toda mi vida,
no he parado a descansar
siempre llego a un lugar,
y el camino, no termina.