Yo que solo soy
un puñado de arroz
en el centro de la ceremonia fallida
quien debe los anillos y aún no los cobra
quien miente en su hora
y pide aún más tiempo para sobrevivir.
Soy esto y más que esto
una gran nada
solitario en el hecho de escribir
pensando en mi desorden
comprendiendo el principio de una regla nunca escrita
acostumbrando a mis placeres
a taparse cuando ven el sol
como si esto fuera un juego de dados
en el cual ningún número me corresponde.
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