Amándote, mi corazón vuela,
en alas de un sueño eterno.
Tu nombre en mi mente se cuela,
añorando cada momento.
En tus ojos encuentro el refugio,
que calma mi ansiedad y temor.
En el eco de tu voz, diluvio,
que arrastra mis penas y dolor.
Amándote, soy mariposa,
que busca tu dulce néctar,
sintiendo que todo se posa,
cuando en tus brazos me halagar.
Tu amor es el faro en la oscuridad,
que guía mi senda perdida.
Sin ti, el alma se llena de soledad,
pero contigo, el mundo se olvida.
Amándote, soy árbol frondoso,
que brinda sombra a tu existencia.
Tu risa enciende en mí el gozo,
y me llena de esperanza y paciencia.
Eres la melodía que no calla,
la razón que da sentido a mi vida.
Amarte es mi bendita batalla,
mi fuerza, mi luz, mi guarida.
Ta amo en suspiros y susurros,
en cada latido de mi pecho.
Eres mi sueño más puro y seguro,
el aliento que inunda mi lecho.
Amándote, puedo tocar el cielo,
y abrazar cada estrella brillante.
Contigo, el amor es mi anhelo,
mi destino, mi dicha constante.
En tus brazos encuentro el infinito,
en tus besos, el más dulce sabor.
Tuyo soy, por siempre, amor bendito,
mi eterno amor, mi gran tesoro.
Amándote, el mundo se ilumina,
en un caleidoscopio de colores.
Eres mi razón, mi medicina,
me robas el alma sin reproches.
Amándote, respiro la vida,
con cada suspiro que te nombra.
Mi amor por ti, eterna guarida,
un poema que jamás se acaba.
“Serl “