Una gran responsabilidad tiene el que escribe.
Más; cuando le ha sido regalado ese gran don.
siempre se habla, de lo que esta lleno el corazón.
hay que fijarse bien, que te dan y que recibes.
La palabra, es arma de dos filos; también mata.
también, te salvan las ingratas, siendo bien dichas
pues después los que escriben encontraran la dicha
los enredos de poetas, éstas los desatan.
Observar malas letras, resulta muy normal.
Mejor es amar; corregir que vituperar
en esta extraña vida, casi nadie es formal.
Es utopía, todos buenos en conversar.
Este poema parece ser paranormal.
Un mundo vigila, que podemos esperar.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
17 de Enero de 2024.