Comenzar de nuevo.
No.
Seguir cruzando, por la rueda que es la vida.
Sin un principio o un final.
No soy una pagina en blanco,
soy una historia que se sigue escribiendo,
un libro sin concluír,
una semilla que florece.
Deseo convertirme en el abrazo del verano
y en la sinceridad del invierno.
Sentirme llena de la fuerza del arte,
del corazón de quien amo.
Soy la realidad y la fantasia.
La imaginación y los hechos.
Las palabras, el café, el amor. Y todo lo bueno de la vida.
La rueda, gira, mientras estoy abajo, para luego alzarse en alegría.
Todo depende del lugar donde se mira.
Mi rueda se decora con luces de colores,
con las risas de los niños,
y el saber de los mayores.
Mi rueda gira, con el motor de mis deseos,
y el amor que me rodea.
Mi rueda... no piensa detenerse,
hasta que el ultimo sueño sea cumplido,
el beso final dado,
la palabra indicada dicha,
el ultimo sentimiento expresado.
Mi rueda, es mia.
Y seguirá palagada de emociones, de amor y de tristeza.
De todo lo que se aprenda, lo que crezca, lo que florezca.
Y girará. A veces arriba. A veces abajo.
Sin un principio o un final.
Pero girará, siguiendo su curso, con quien amo a mi lado.