Pasaron muchos años
desde el día en que te fuiste,
a mí, me parece que fue ayer
porque cuando alguien
llama a mi puerta, corro a abrirla
con la esperanza de que seas tú,
que vuelves arrepentida
de haberme abandonado,
sin una razón aparente-
Te sigo queriendo como antes,
como siempre te he querido
y sí vuelves no habrá reproches,
ni preguntas que contestar.
Haré de cuentas que retornas
de un paseo por el parque,
al que solíamos visitar alegres
y enamorados, tomados de la mano
mirando los capullos florecer,
mientras aspirábamos su bello perfume,
uniendo nuestros sueños,
de envejecer abrazados en el amor.
No sé qué bicho te habrá picado
que cambiaste de parecer
de un día para otro y te marchaste.
No pienso, que ya no me amas,
porque fuiste cariñosa y tierna
hasta el día en que me dejaste,
por eso mi esperanza sigue firme,
mi puerta abierta de par en par,
la cama tendida con sábanas perfumadas
y mis brazos desesperados
por apretarte a mí ansioso corazón.