El amor universal
debería ser la meta,
no tener gente selecta,
pues nacimos para amar;
una noble humanidad,
sin violencia ni reyertas,
sin abusos y sin guerras
en donde reine la paz;
anhelado paraíso,
de valores y perdón,
un gobierno parecido
a ese Reino del Amor:
un sendero muy tranquilo
que del mal nos liberó...