En el rincón sombrío de mi mente,
donde susurran los vientos de la ansiedad,
tejiendo hilos invisibles de inquietud,
se despliega un poema de desasosiego.
Entre latidos acelerados y suspiros profundos,
la angustia danza en un oscuro vals,
pintando cuadros abstractos en mi ser,
un lienzo de nervios que se estremece.
En las noches silenciosas, insomnes,
la ansiedad se disfraza de sombras,
entrelazando sus dedos en mis pensamientos,
tejiendo telarañas de preocupación.
Como mariposas de alas inquietas,
mis pensamientos revuelan en espirales,
perdiéndose en laberintos de temores,
buscando la luz que disipe la tormenta.
En el eco de mis susurros internos,
resuena la búsqueda de calma,
un poema de esperanza entretejido,
un verso que tranquilice mi alma.
Entre las grietas de la ansiedad,
crece la flor de la resistencia,
sus pétalos despliegan coraje,
una melodía de fuerza y perseverancia.
Así, en la danza eterna de la mente,
se entrelazan versos de temor y valentía,
tejiendo un poema único y personal,
una obra en constante transformación.
Que en este poema de ansiedad,
encuentre la paz entre las líneas,
un suspiro liberador que acaricie el alma,
y que la esperanza florezca con cada verso.
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