Esta tarde de otoño
sentada en mi mecedora,
con mi niño entre los brazos,
siento el pasar de las horas.
repaso su carita:
sus ojos de color miel,
tan pequeña su boquita,
que rosada es su piel.
¡ay¡ mi estrella blanca del cielo
en tu cuna de algodon
voy a colgarte un sonajero
para que no llores,corazon...
y caen las hojas de los rosales,
y yo en mi mecedora,
con mi niño entre los brazos,
siento el pasar de las horas.
Antonia Ceada Acevedo
Escrita el 30 de noviembre del 1991