Aquí estoy para ser tuyo
¡he vuelto a la raíz!
Llevó las ansias de quien se sabe
más que eso
y es que siempre volvemos,
por muy lejos que estemos,
por mucho que el leño haya estado apilado
a la espera del invierno,
volvemos a la primavera,
ya siento el verdor nuevo
en los árboles que con solo alzar la mirada veo,
ya escupo poemas de amor,
¡ya siento!
el cercano esplendor en los versos
recortando ellos sus siluetas
y ascendiendo por esa cuesta de enero
que nos lleva, ayer fue San António,
y hoy ni lo recuerdo,
hasta la fosa donde mueren los meses
que se convierten en enemigos eternos,
de la cercana primavera,
en ella resonando los besos
de millones de enamorados,
tranquilamente asumiendo
que su trabajo es ese
y que lo quieren bien hecho.
¡Ya estoy por aquí!
Vengo cargado de un poco del verano
que me calentó por dentro,
del otoño traigo
las hojas secas sobre las que duermo
y ya de este invierno
en él me encuentro
entre nacimientos y Año Nuevo,
rompiendo con todo
me acerco al punto cero.
En mi lleno de este invierno
retomo el calendario del tiempo
para ajustar mis gustos
y hacer uso de ellos
según vengan los días
y es que febrero es corto,
es bello, es de blancas cabezas,
de fríos sueños,
de todo eso
que suena a matriarcado
en los pueblos que viven de la agricultura
y del pastoreo