Hice en mi corazón
una coraza de piedra,
lo forré sin darse cuenta
lo hice, porque no sufriera
con los golpes del amor.
Tanto afán de protección
no lo dejo que latiera,
y encerrado, reventó
rompiendo esas cadenas.
Ahora late en mi pecho
con mas fuerza aún que antes,
ahora no tiene freno
quiere buscar el consuelo,
y volver a enamorarse.
He intentado convencerlo
que el amor es traicionero,
que sus golpes son mortales
lo que quiero, es ahorrarle
todos esos sufrimientos.
Y el me dice que lo sabe
que conoce ese dolor,
pero es un corazón
y si esta preso, no vale,
no defiende su función
y prefiere arriesgarse.
Porque es cierto que el amor
a veces nos hace daño,
pero eso, un corazón
sabe que debe aguantarlo,
porque el amor verdadero
necesita un corazón,
que sea su compañero
aunque soporte el dolor,
soy corazón, y es lo que quiero.