puedo escuchar la voz de unos amigos
también el olvido de muchos de ellos.
nombraré, junto a la soledad y el dolor;
amigos íntimos, porque no me abandonan,
día y noche me dan cariño como nodriza.
también escucho el \"yo te pienso\" en el alma.
cual diadema para el quebranto de los días.
es lo que cubre multitud de ilusiones idas.
¡ven soledad! ¡que te quiero!