Puro al amanecer.
Solo requiere el hombre un amanecer,
para dejar puros los cauces del alma,
encontrar el rocío en horas del alba,
y lavar los odios que pretenden al ser.
La era donde el trigo nuevo se trillará
limpia espera el grano de las gavillas,
llene el hombre su alma de maravillas,
pues no sabe si el sol mañana vendrá.