De pronto la roca quedo debajo del mar
y el mañana formo parte del viejo ayer
más la nostalgia no se animó a borrar
lo que ya nunca más iba a poder volver.
De repente el beso ya no supo amar
y la sombra salió dispuesta a correr
más un adiós todo lo supo terminar
para quedar aquí sin saber qué hacer.
Confusiones tan vacías de certezas
lágrimas que solo saben de tristezas
y un mañana que lo hace todo incierto.
Pero el alma está con su puerta abierta
y el corazón que día a día se despierta
en pos de obtener a un nuevo sentimiento.