Francisco M. Ortega

Constructo


A veces dejo todo
y me aparto de mí lo suficiente
como para encontrarme a solas
con el nadie que soy.
Entonces me doy cuenta
que estoy hecho
de la arenisca de los días
y de la arcilla del recuerdo,
del viento oscuro de la noche
que levanta muros de soledad
y del titilar longevo del tiempo.
Soy materia ocupada por su esencia.