Como el primer rayo de sol, la vida te alcanza con su brazo, te lleva a evocar el dulce recuerdo a orillas del olvido.
Como un territorio de álamos blancos meciéndose quietamente en el viento, la vida te sostiene en la luz y la sombra cuando alejas tu tormento.
Como bosque rociado de lluvia, se empapan tus ojos de lágrimas, al sentir el tacto del otro, y compartir el encanto de la vida que generosa nos cuida y protege.
Que la vida nos atalante,(como dice el gran naturalista Joaquín Araújo),nos atienda.
20/01/24