Bajo el sol ardiente, la tierra suspira,
el cambio climático no es una mentira.
Los vientos gritan, el mar se estremece,
en el abrazo del caos, la naturaleza perece.
Glaciares que lloran deshielo en su piel,
un lamento con eco, en el viento cruel.
El clima, testigo de un desequilibrio,
en el libro del tiempo, un oscuro capítulo.
En los bosques, susurran hojas de preocupación,
el pulso de la tierra está latiendo con tensión.
El verde se desvanece, el fuego devora,
cicatrices de humo, la madre naturaleza llora.
Mares en revuelo, tormentas que rugen,
ecos de un desorden, soluciones que urgen.
El coral se desvanece en aguas desgarradas,
el cambio climático, sombra sobre las miradas.
En el firmamento, nubarrones grises,
testigos silentes de cambios y matices.
Aves que migran sin rumbo fijo,
el mapa del cielo se vuelve indeciso.
Humanidad, cómplice y verdugo,
en esta danza destructiva, muere el besugo.
¡Cambio climático, un grito en el viento!
la tierra clama por un cambio o algún intento.