Sus ojos como lámparas ardientes,
alumbran la oscuridad del camino
Sutil perfume de virginidad
desprenden muchos jóvenes amantes
Claridad dorada, ojos azulados
Estan dilatados, adrenalina
Dos cuerpos en la lluvia muy cristalina
Amantes en cuerpos entrelazados.
Sudan los cuerpos, el alma muy fresca
Terminando cansados, agitados
Pero se dicen más enamorados
Después de batalla, que no fué ¡gresca!
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
21 de Enero de 2024