Un gesto sereno me sobrevive;
Una ilusión taciturna
escribe por mí en las mañanas silentes…
Una manía va dejando mensajes por ahí
en el rigor de un futuro improbable
que no expresa ningún sonido…
Un rostro cansado, afectado por el sol;
Una mirada perdida adivinando gestos,
que a la distancia no reconozco…
Un retrato mudo
que sobrevive entre mucha gente
y aturdida cruza los puentes de la poesía…
Una voz que se redime
con señales sin sentido
se cobija en los días transcurridos...
Es mi letra muerta que no respira
y deambula por las calles
visitando a los muertos que no renacen…
Es un argumento para un final;
un réquiem aciago
que tiene puesto los ojos en mí…