Corrimos bajo lluvia aquella tarde en el bosque
Golpeaban los truenos tus miedos, con temor
a mi cuello te abrazabas
Al reparo de un árbol frondoso tus senos mojados
del vestido escapaban
Acerté a guardarlos con dedicación en mis
manos
Tanta gratitud había en tu mirada que mi boca
les dió debido homenaje, tus lunas agradecidas
estiraron sus pezones haciendo pareja al baile
que mi lengua invitaba
Las delicias se sucedían y la lluvia no cesaba
tampoco el ardor con el que nos entregábamos
#PoetaUrbano