En la cumbre del silencio,
en la noche mas oscura,
una debil voz yo siento,
en mi alma casi muda.
En la furia de la lluvia,
y violencia de los truenos,
alguien sin nombre me llama,
y yo fingo conocerlo.
Donde halló ese lugar,
donde esta ese amor eterno,
que mis ojos ilumina,
en las noches del frio invierno.
Solo siento el suspirar,
de mi alma enamorada,
de mis ojos de cristal,
y de una lagrimas salada,
que al rodar por mis mejillas,
se confunden con el agua,
de los cielos al caer,
en cada amarga madrugada.
Por un extraño mi cuerpo vive,
por una voz vuela en los cielos,
solo al final del desenlace,
cuando termine el sufrimiento,
y tenerlo aqui a mi lado,
para mirar el firmamento,
y no sentir jamas el miedo
a la tormenta de los cielos.
En las noches como esta,
cuando es mas duro el invierno,
la lluvia calla asi a mi alma,
la cual se pierde en el silencio.