jvnavarro

ENTRE PLACERES LA DANZA DEL VIENTREĀ 

Amores que van 
y aires que vienen, 
entre sirocos y arenas calientes
soñaba yo 
con las mil y una noches.
 
Todo eran placeres 
con doncellas trayendo 
cántaros de flores 
que derramaban en un lecho 
en el que yo yacía
 acompañado de diez damas, 
todas complacidas, 
todas atrayentes, 
ya en aquel palacio de Oriente,
contentando a mi cohorte 
de mujeres, 
que de uno solo quieren 
amores y más amores.
 
Amores entre amores,
favoreces y placeres,
Deseos  estos de loables jóvenes 
que ven a uno
cómo padre de todas las especies de animales.
 
Y todas en este sueño atrayente
me adoraban tal si fuera 
una especie de sultán Shahria,
de esos que salen en la tele 
con grandes cantidades de camellos,
cabras, dromedarios y danzarinas,
esperándome a la noche 
para cantarme canciones 
de esas que se aprenden
para glorificar 
al hombre que se quiere.
 
Y bailaban estás danzarinas
la danza del vientre 
mientras yo comía dulces dátiles
y bebía leche de camellas jóvenes.
 
Ya todo consumido, 
con las doncellas a mi alrededor 
gozando de aquello 
de lo que a mano disponen,
 sonó el despertador 
que me animó a despertarme
y al abrir los ojos vi como \"Popeye\"
mi perro de toda la vida,
galgo que huele a las liebres,
allí en la cama me relamía 
y ladraba cariñosamente.
 
Solo aclarar que todo fue 
así de contundente, 
 y nada más  digo
 pues bien se sabe,
 que el hombre propone y Dios dispone.