Suelo verlo,
en mis sueños.
Avanza
con sus crines
al viento.
Alabado
por los celtas,
en España.
Amado
por los griegos,
pintores
y poetas.
Está allí,
majestuoso,
expandiendo
su luz.
Se desvanece
la nocturnidad.
Barre
con las sombras.
El magnífico
unicornio de cristal
emerge
en el amanecer,
desparramando
sus luces
de diamantes.