Te busco en la sonrisa de frescas alboradas,
te escucho en los acordes de místico violín;
te siento en las esencias del tímido jazmín
que tiene del ensueño celestes pinceladas.
Te sueño por las noches, que vienen estrelladas
y ofrecen el encanto de tierno amor sin fin;
y pinto tu silueta de célico arlequín,
en letras pasionales, de anhelos esmaltadas.
Pregunto al infinito misterio del arcano,
porqué de tu figura me pude embelesar;
si nunca yo he podido besar tu tersa mano
mirando tus pupilas que me hacen delirar;
¡soñando con tu cuerpo, tan frágil y lozano
que supo con su porte mis ansias despertar!
Autor: Aníbal Rodríguez.