jorge enrique mantilla

Cuando un amor se va

Cuando un amor se va

 

 Cuando un amor se va, se rompen los ardientes corazones

Se acongoja y se arruga el alma solitaria en las habitaciones

Se esfuman las charlas amenas, las anécdotas y las alegres conversaciones

Cuando un amor se aleja sin escuchar disculpas, ni razones

Queda mudo el espíritu y se silencian las melodías y canciones

Se seca el jardín, que una vez fue florecido y alegraba la vida en los balcones

Los oídos se vuelven sordos y no escuchan consejos, ni explicaciones

Cuando un amor zarpa y la barca va sin timonel en un mar embravecido, lleno de rencores y maldiciones

Acecha la tormenta huracanada, haciendo ver fantasmas y dragones

El horizonte se nubla, oscureciendo el horizonte, llenando el alma de preocupaciones

Cuando un amor parte dejando en el ambiente caos, soberbias y confusiones

No había amor, ni alegrías, ni sonrisas, ni satisfacciones

Sólo había melancolía, soledad y desesperaciones

 

Cuando un amor se va, se lleva las pasiones y sus ardientes amores

Se lleva en su corazón, los errores y del ocaso, el candilazo de sus arreboles

Dejando a su paso lágrimas de sangre y lo escalofriante de sus dolores

Se lleva la rosa y orquídea del jardín, dejando escasamente sus fragancias, aromas y olores

Cuando un amor se marcha, dejando sólo las gotas de sus sudores

Queda impregnado el ambiente, la alcoba, la ropa y la almohada con su saliva y humores

Se desinflan los neumáticos del automóvil del amor y se apagan las bocinas y sus motores

Cuando de un amor se ausentan del rostro, las sonrisas y los rayos encantadores

No vuelve a salir la luna enamorada, ni a brillar con sus luces y resplandores

Sólo quedan ardientes veranos, que secan el corazón con sus rigores

Las noches se vuelven frías y congeladas, con pesadillas de los soñadores

Cuando un amor se va, acrecientan miedos, fantasmas, nervios, soledades y temblores

El vecindario se inunda de chismes, de habladurías y rumores

 La habitación se llena de imaginaciones, de insomnios, de tragos y licores

La soledad invade el cuerpo y el alma con gritos angustiantes amenazadores

Cuando un amor se va, se apaga el pabilo ardiente de los seductores

Se esfuma el arcoíris, llevándose el rocío y el arco tornasolado de sus colores

Cuando un amor se va, parte con el la vida, derramando lágrimas de sangre de los perdedores.

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga enero 23-2024