La higuera de mi corral
Esa higuera, que crecía
Y en mi corral, florecía
Que cada año, ofrecía
Con generosa abundancia
Los higos, que producía.
Higos negros agrietados,
Consistentes y apretados,
Hermosos, y bien lucídos
Tentadores y agraciados,
De sabor, nunca igualados.
No olvidaré esos frutos,
Que cada año, brindabas
Tantas veces, degustados
Que en verano regalabas,
Para ser... paladeados.
Entre todos, te cuidamos
Te regamos, te mimamos
Recortamos y podamos,
Todas las ramas y tallos,
Que no eran, apropiados.
Devolviste aumentado,
Por miles, multiplicados
Las delicias que has criado,
En tus ramas, cada año
Por los mimos, dedicados.
Gracias, higuera amable
Generosa y admirable,
Que en mi corral crecías,
Y en cada año, ofrecías
Las delicias de tu sangre.
B. Yuste