Esta noche solo puedo percibir
un rostro frío
y lejanos ojos negros,
una foto,
su bosquejo...
y es su letra la que llama,
son noticias que me llegan:
bajo sus lentes está su cuerpo
y su piel de porcelana,
filtro de mis sueños
y de sus sueños,
vestigios inocentes
que frágiles nos sostienen.
Fue un tiempo inalcanzable,
aquellas caricias
tan mágicas y tan nuestras,
esos secretos hoy parecen
paredes que se cierran,
sin embargo se ciñen
mis manos a su cuerpo,
en su cintura tan perfecta
aún percibo sus heridas,
sus colores
y ahora un soplo de blusa verde
agita nuestros corazones
y laten sensaciones
a su pulso, madreselvas
me delatan,
me llevan a quererla…
Demasiado, sin remedio,
es el curso de esta vida que la lleva
y somos simples márgenes,
somos labios secos sin rencores,
belleza sin tocarse
a pesar de los señuelos,
somos labios atados a la debilidad de la carne,
de la hoguera,
sangre que nos quema,
y la deseo sin coraje
y ella que se aleja...