El maíz estaba seco,
los gorgojos, muy hambrientos;
el maíz ya desgranado,
se lo come hasta el ratero.
Y a quien nada cuesta nada
se vuelve como el gorgojo
porque se harta hasta llenarse
de lo que halla en el entorno.
¡Animales, yo les digo
porque son depredadores
del trabajo que otros hacen
y tranquilos, se lo comen!
Los gorgojos son muy pocos
pero siempre tienen gula,
van comiendo las semillas,
que produce a quien le suda.
Ya sabrán quiénes trabajan,
ya sabrán quién acumula,
si esa relación no cambia
más ganancia se le suma
al gorgojo que carcome
el trabajo de las muchas,
abejas laboriosas
que por el mundo pululan.
Y el abuelo me decía:
«Si el maíz sacas al sol
el gorgojo saldrá huyendo
cuando no aguante el calor».