Sombras, nubes, tormenta de nuevo sobre mi ser
el sol se ocultó hace más de mil años
sigo a ciegas por el camino de la dicha
no hay luz
no hay fuego
parece que perdí el rumbo
pero sigo caminando
¿A dónde? no lo se
pero seguiré hasta el fin
creo que no voy por ningún sendero
más bien parece un inmenso desierto
¡si!, eso es,
un desierto obscuro
no veo nada pero siento la arena bajo mis pies
el sudor en mi piel
el ardor en mi alma
ahora duermo acurrucado por el sonido del búho
asustado por el aullido del coyote
alucinado por la picadura del escorpión
sediento por la falta de luz
angustiado por el sol
el cual no da luz
solo calor...