La tarde es como tantas
pero ahora parece distinta
es el color de mi sencillo vestido
campo de lilas a donde te acercas
silbando tan contento de verme
mientras tu mirada acaricia sus pliegues
halcón al acecho de la próxima presa
Hace fresco y bajo un árbol frondoso
nos detenemos en cálido abrazo
hay una mesa,dos sillas y en ellas
palabras van, palabras vienen y una idea
revolotea incitando traviesa
¿Qué tal si escanciamos el vino?
escuchemos esa melodía del piano
y entre mirada y sonrisa se presenta
incipiente y coqueto un deseo
Luego el piano con sus notas penetra
al corazón que a su ritmo voluptuoso despierta
y entre mis dedos entrelazo los tuyos
la corriente entre ambos nos urge
a iniciar entre ambos otro lenguaje
la oscuridad ahora es cómplice
y adentro las sábanas huelen a rosas
por la ventana la tenue luz difumina
y a otra dimensión parece llevarnos
A otra dimensión donde acaso
al vuelo del fuego encendido
sensaciones de poder y locura nos guían
sin poder ordenar los frenéticos besos
ni de piel a piel calmar el fuego que ruge
vino y notas de piano que en su embrujo
ante la tenue luz que presencia el encuentro
de los cuerpos cuyo placer les invade
sobre un lecho cubierto de rosas