Fue un sábado tarde, casi anochecía
un mes de Noviembre, yo te conocía.
Unos ojos verdes, una voz muy pura,
me hicieron cautivo con tanta dulzura.
Igual a un suspiro, instantáneamente
mirando una fotos, te vi de repente.
Quizás el destino nos tenía guardado,
un mágico encuentro, nunca imaginado.
Tan determinante la primera cita,
nunca imaginara mujer tan bonita.
Con aquella estrella, ya había soñado
dudé, si del cielo se habría fugado,
era la más bella, tan resplandeciente
que ella en mis poemas siempre está presente.
Un ramo de flores quise la enviaran
más con la distancia, tal vez marchitaran.
La escribí poemas para enamorarla
en aquellas letras mi amor entregarla.
Classman