Se clava un verso en su alma
Mientras se aleja afligido
Dejando atrás a su gente
Y a su pago tan querido
Abre completo su pecho
No quiere llevar consigo
Aquel patio de la infancia
Que guarda en sus ojos niños
Y esa luna enamorada
Que alumbró su amor primero
En un banco de la plaza
Lo guía con sus destellos
Nada deja en el ayer
Nada se lleva consigo
Solo desea volver
Algún día, el peregrino
Su sentencia es rodar
Por polvorientos caminos
No quiere atarse a un suelo
Que no brinda paz ni abrigo
La pobreza que lo empuja
A dejar su pago chico
Le viene cinchando el cinto
Desde que era muy chico
Por eso se va sin ver
Para atrás, el peregrino
No sea que algún querer
Lo ate a ese cruel destino