ANHELO FINAL
Cuando muera espero no haya una lágrima,
he llegado al lugar de meta muy anticipado,
las cosas realizadas quizás alguien las comprima,
disculpen, ilustres, si causé inmenso contratiempo.
En esta senda de la vida sé que todo es pasajero,
pasa el tiempo con ese ritmo casi desapercibido,
los niños cabizbajos se entretienen con un sonajero
y depositan en su infantil cuarto el juguete recibido.
Aún no sé cuándo será aquel llamado fatal instante,
cada día el lugar de meta programado se aproxima,
cuando vibro con energía extrema lo creo distante,
jamás anhelo que pongan en mi tumba una máxima.
Si es que merezco arribar a ese resplandeciente cielo,
anhelo estar acompañado de mis amigos y seres amados
porque con seguridad en aquellos encontraré consuelo
y en sus manos los bellos recuerdos dejaré plasmados.
Jaime Muñoz, enero 25 de2024