Y el mar de la vida,
da la vida vibrante,
delirante…
del paisaje silvestre
donde concurre con las aguas
con las fases del vaivén de los gemidos
de la selva tupida, de un encanto
en la laguna verde
de lo encantos, el pozo, el salto,
la caída, el levante, el suelo, la piedra
giratoria, que a veces contemplo
en un instante eterno…
el amor que llegó sin darme aviso.