Las flores del jardin que sembramos juntos
extrañaran el cariño con que les hablaste
en cada cada mañana y que siempre esperaste
que llegara sin avisar a vistarte.
El cuadro del amanecer rojizo que pintaste
que adorno la cabecera de la cama algua vez nuestra
perdio la intensidad y el brillo de los colores
como si nuestro amor fuera lo que les avivara.
El cafe se volvio amargo y los amaneceres frios
como si todo este tiempo fuera tu compañía
lo que endulzaba y entibiaba
este melancólico corazón.
Algunas noches, escucho una voz que no teme
decir lo que durante todo el dia caya mi cabeza
que entre el ruido de la supervivencia del dia a dia,
apenas distingo en el grito ahogado tu nombre