No se cuándo fue que llegó.
Pero llegó para quedarse.
No se ha ido, ni tiene la mínima intención de hacerlo..
Está feliz, goza reprochándome a diario.
Es su deber, su mejor trabajo y siempre hace su mejor esfuerzo.
Nada deja pasar, nada se le olvida.
Siempre señalando con el dedo que yo soy la culpable, que debo pagar .
En qué momento le di entrada, le dí vida a esta monstruosidad.
Me agobia, me acecha, me observa, me juzga y me castiga.
No descansa, jamás duerme.
Odia ver qué puedo sonreír, que aún me veo al espejo con amor.
Que me aplaudo, que me mimo.
Está para recordarme siempre mis fallas, mis grandes temores.
No me deja tranquila,no me da oportunidad.
Y nunca estamos de acuerdo.
No quiere errores, quiere perfección.
Pero ni ella puede presumir de sí misma.
Estamos hechas la una para la otra; ella se cree mi mejor versión, pero quizás solo sea otra falla , otro error.