Siento el calor del cielo
mañana tibia de desvelo;
en mi mente cabe la brisa
mis ideas circulan aprisa.
Siento el eco del olvido
provienente del viejo ayer;
mente ciega acaba de ver
el sonido desaparecido.
Siento igual este momento
como el primero del inicio;
mundo pequeño del resquicio
no se amplia sin tormento.
Siento vibrar los destellos,
con inusitada frecuencia,
de los soles claros y bellos
oscuro interior, mi ausencia.