Dame esa lagrima
que de dolor derramas
que te quema por dentro
y te devoran sus llamas.
Te la cambio por la paz
que un día me dio tu mirada
aquella primavera lejana
cuando te vi llegar enamorada.
Dame tu pena
esa que te atormenta el alma
cuando te descubre la luna
en esa ficticia calma.
Te la cambio por el divino sueño
que me diste cuando en tus brazos morenos
abandoné mi existencia
llevándome a mundos serenos.
Dame tu fragilidad
que al embate de inclementes vientos
adolece con estoicismo
haciéndose dolorosamente eternos los tiempos.
Te la cambio por la fortaleza
cuando un día caído
del futuro le dejaste ver su grandeza
a mi espíritu abatido.
Dame eso que te agobia
y que te carcome por dentro
que te hunde en infernal claustrofobia
haciendo del tiempo su andar más lento.
Te la cambio por la ilusión hermosa
que nació cuando tomé tu mano
abrazándome el corazón con sonrisa amorosa
cuando de la vida caminamos su llano.
Dame tu dolor
que cobarde se abraza al insomnio
haciendo que la noche pierda su candor
y te acechen los dos cual demonio.
Déjame ofrendarme,
con gusto te doy mi vida
que nada es mi existencia
si te veo afligida.
Que tome el cielo mi ser
con amor lo ofrezco cual tributo,
que de flores se vuelva a llenar tu amanecer
y de su huerto la vida te dé su mejor fruto.
GASTON MEDINA VAZQUEZ