Ya no existen razones para amarnos
con la pasión tórrida que tuvimos
cuando nos conocimos un instante
y rápido audaces caricias nos dimos.
Ponto tu amor se volvió adúltero
y se vistió con un ropaje arrogante
privado del valor para ser verdadero
por largo tiempo o por un instante.
El destino apagó una insulsa llama
mostrándonos su poder irrelevante
para salvar el amor que sólo ama
si sabe ser amor puro y constante.
Aquella pasión que en ambos nació
no echó raíces para ser duradera
y cuando finalmente ella falleció
fue sepultada como una quimera.
Amelia Suárez Oquendo
28-01-2024