Destellan tu ojos, al paisaje inquietan
con toda plenitud, lanzan las brisas
al romance que vuela entre las prisas,
en el preciso instante que se aprietan
las voces de un silencio, las sonrisas,
los abrazos, los ecos que se aquietan,
las manos en el aire se penetran
hasta el alma, que siente las caricias
del perfume que salpica la flor,
y un refugio seguro de un rincón,
y que espera con ansias, la porfía
de encontrarme contigo en el amor
eterno, donde crece la pasión;
esa ilusión gloriosa, vida mía.