Mi memoria me dice brindo por el lapsus,
yo agrego arena, fuerza, el vaivèn del agua,
la bici que combate los miedos y llega.
Seguro que tu vas por tus ladrillos y la cintura te pesa,
asì como cierto lugar de tu espalda, pero recuerda:
-la huella sòlo quiere sanar, Migreriana.
Se te otorga el derecho a otra semana,
Despuès, lo sabes, ¡no intentes tallar el viento!
Solo es aire anticipando el silencio o el puerto
que da la seguridad del alimento y deja tu voz en el recuerdo.
Puès allÌ voy con mi alma confiable
que dice sin hablar tu nombre,
mutando para ser feliz en un paisaje recurrente.
Tal vez en el hacer vuelvo a ser fenix
separado de ti por su eminencia el juez,
que escudrina y observa con exactitud
algunas piezas para visar el trayecto de mis pies,
las huellas que dejo al regresar
y lo bien que salpica el repiqueteo de versos desde el mar.